El crimen que estremeció a Villa Crespo y dejó a cuatro integrantes de una familia muertos en su departamento del sexto piso sobre la calle Aguirre podría tener como trasfondo una silenciosa pero profunda crisis económica. Así lo indican nuevas revelaciones surgidas en los últimos días, que ubican a Laura Leguizamón, madre de familia, como la principal sospechosa del triple homicidio seguido de suicidio.
La investigación, que inicialmente apuntaba al padre, Adrián Seltzer, dio un giro cuando los peritos hallaron una carta escrita de puño y letra por Leguizamón. En ella, una frase en particular captó la atención de los investigadores: “Íbamos a la calle”. La expresión, escrita en mayúsculas, sugiere un inminente desalojo o una pérdida del hogar, y se interpreta como una manifestación desesperada ante una situación económica al límite.
De una sospecha a otra: el cambio de enfoque
Durante las primeras horas de investigación, la ausencia de signos de violencia en las entradas del departamento derivó en sospechas sobre Seltzer. Pero la escena y los rastros psicológicos que dejó Leguizamón –especialmente esa carta– empujaron a la fiscalía a considerar una nueva hipótesis: la de una madre afectada por una enfermedad mental, atravesando un cuadro depresivo posiblemente agravado por dificultades financieras severas.
“Íbamos a la calle”: una frase que lo cambia todo
Fue la periodista Mercedes Ninci quien, en el programa Alguien tiene que decirlo, conducido por Eduardo Feinmann en Radio Mitre, dio a conocer el fragmento más revelador del escrito. Según su relato, la familia vivía en Villa Crespo, pertenecía a la clase media y, pese a no tener lujos ostentosos, mantenía un alto nivel educativo para sus hijos.
“Mandaban a los chicos a uno de los mejores colegios de Buenos Aires”, indicó Ninci, al tiempo que señaló que Laura habría expresado en redes sociales indicios de disconformidad con su entorno y situación familiar. “Lo mostraba públicamente a todo el mundo y nadie se daba cuenta”, lamentó.
¿Una presión silenciosa?
Aunque aún no hay confirmación oficial sobre las causas que llevaron al trágico desenlace, la fiscalía sostiene una línea de investigación que contempla un cuadro de colapso emocional, posiblemente desencadenado por el deterioro de la economía familiar. La carta hallada y los testimonios del entorno empiezan a tejer una narrativa de desesperación que no es ajena a muchas familias en el contexto socioeconómico actual. / La Gaceta