La confirmación de un encuentro bilateral entre Javier Milei y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo martes, junto con la eventual asistencia financiera del Tesoro estadounidense —cuyo titular, Scott Bessent, entregará el miércoles una distinción del Atlantic Council— representa un intento oficial de revertir las recientes turbulencias financieras y cambiarias que se intensificaron luego del revés en la elección bonaerense y de varias derrotas legislativas. Milei recibirá de manos de Bessent —quien en abril mencionó explícitamente la posibilidad de apoyar a Argentina en caso de estrés financiero— el Global Citizen Award del Atlantic Council, un think tank especializado en temas estratégicos y conocido por su enfoque en “Geofinanzas” y su “Geoeconomics Center”.
Milei, flanqueado por Reidel y Rossi, cuando anunciaron el plan nuclear, en diciembre 2024
Desde Washington, el interés hacia Argentina va más allá de la cercanía ideológica con el gobierno de Milei. Consideran relevante al país por su ubicación estratégica cercana a la Antártida, su extensa costa sobre el Atlántico Sur y su potencial como proveedor de bienes y servicios clave en el contexto de la competencia estratégica con China. Estos intereses incluyen desde la provisión de “minerales críticos” hasta el papel de Argentina como posible plataforma para el desarrollo de Inteligencia Artificial (IA) “made in USA”, así como la capacidad de pequeños reactores nucleares para alimentar la creciente demanda de centros de datos y “nubes” de almacenamiento de información masiva.
Recientemente, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en sumarse como “socio contribuyente” al Programa de Infraestructura Fundamental para el Uso Responsable de Tecnología Nuclear de EEUU (FIRST, por sus siglas en inglés). Este programa promueve la implementación de Pequeños Reactores Modulares (PRM) a escala regional y global. La participación argentina coincide con los planes de Demián Reidel, amigo y asesor de Milei, quien lidera Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), el organismo encargado de las tres centrales nucleares del país, y cuya prioridad es la construcción de esos pequeños reactores civiles.
A fines de 2024, Milei, Reidel y Rafael Grossi —director de la Organización Internacional de Energía Atómica— presentaron el proyecto en la Casa Rosada. Reidel explicó que sus fundamentos científicos se remontan a 1985, relatando su historia ante funcionarios nucleares hasta emocionarse. El programa FIRST, impulsado por el Departamento de Estado estadounidense bajo la dirección de Marco Rubio y supervisado por la Oficina de Control de Armas y No Proliferación (ACN), busca “aprovechar la capacidad de la industria nuclear para acelerar el despliegue responsable de reactores nucleares en todo el mundo”. Según el Departamento de Estado, “EEUU celebra la decisión de Argentina de convertirse en el primer país de América Latina en unirse como socio contribuyente al FIRST”, sumándose a un grupo selecto que incluye Japón, Corea del Sur y Canadá. Además, en 2026, Argentina y Estados Unidos co-presidirán en Buenos Aires la primera conferencia regional de FIRST para América Latina y el Caribe.
Además del interés nuclear, EEUU ve a Argentina como proveedor estratégico de minerales críticos. En un evento del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) sobre Argentina, Gracelin Baskaran, directora del programa de “minerales críticos” y experta en tierras raras, destacó al país como “un socio crucial”. Según Baskaran, Argentina posee una relación comercial positiva con Estados Unidos y podría convertirse en un futuro productor clave de cobre, mineral vital para centros de datos y transmisión de energía. Señaló que en 2024 EEUU consumió 1,6 millones de toneladas métricas de cobre refinado, siendo el segundo mayor consumidor del mundo, pero su participación en la cadena de provisión es limitada: apenas representa el 5,1% de la producción de mineral y el 3,3% de cobre refinado.
Baskaran advirtió que la brecha entre oferta y demanda de cobre se amplía rápidamente debido a la expansión de la economía tecnológica estadounidense y el desarrollo de centros de datos de próxima generación para IA, que requieren hasta 50.000 toneladas de cobre por centro. El Departamento de Energía de EEUU ya identificó 16 sitios federales destinados a desarrollo de IA y centros de datos, mostrando la magnitud de la demanda de este mineral. Argentina, según Baskaran, es “una de las más prometedoras fronteras en minerales críticos, especialmente para el cobre”, aunque reconoció que su potencial minero enfrenta la volatilidad económica. Aun así, el país es considerado un destino minero premium gracias a sus recursos y políticas amigables con los inversores, superando a Chile y Bolivia en atractividad según el Fraser Institute.
El país vive un auge de exploración minera, especialmente en litio y cobre, con el volumen de inversiones multiplicándose por ocho. Actualmente, hay 71 proyectos de litio, 35 de cobre, 70 de oro, 20 de plata y 4 de uranio. Empresas internacionales como Glencore, Newmont, BHP, First Quantum Minerals y Rio Tinto están activas en Argentina; Glencore planea producir casi un millón de toneladas anuales de cobre en los próximos diez años con una inversión de 13.500 millones de dólares. Los principales siete proyectos de cobre podrían generar hasta dos millones de toneladas anuales y unos 20.000 millones de dólares de exportación para Argentina. Sin embargo, Baskaran advirtió sobre posibles “cuellos de botella” en transporte, energía e infraestructura hídrica. Una diplomacia estratégica de EEUU podría ayudar a través del apoyo de la Corporación de Financiamiento para el Desarrollo (DFC) y Eximbank, beneficiando a ambos países.
El secretario de Minería argentino, Luis Lucero, destacó el RIGI y la capacidad del país para producir carbonato e hidróxido de litio “grado batería”, así como sus recursos de cobre, uranio y níquel. Recordó también el acuerdo de 2024 sobre “Minerales Críticos” entre la entonces canciller Diana Mondino y un subsecretario del Departamento de Estado. Lucero enfatizó la importancia de atraer más empresas estadounidenses, destacando la coordinación federal y el consenso político favorable a la minería.
En el terreno de la Inteligencia Artificial y la energía nuclear, Dan Korn, director de Asuntos Estratégicos de Microsoft, y Juan Cruz, director del “Foro EEUU-Argentina” del CSIS y ex asesor de la Casa Blanca, publicaron un extenso comentario titulado “EEUU, Argentina: aprovechar el momento de la Inteligencia Artificial americana”. Señalaron que “Argentina está bien posicionada para albergar la próxima generación de Infraestructura y propulsar la expansión de la IA de EEUU”, destacando su cultura digital madura y resiliente, y recordando que en 2000 la Argentina producía la mitad de los sitios web en español, además de integrar el “Grupo Hiroshima” de países aliados en IA.
Korn y Cruz sostienen que el apoyo de Trump a Milei y la visita de Bessent a Buenos Aires representan una oportunidad para acelerar la exportación de IA estadounidense y limitar la expansión tecnológica china en un mercado estratégico. Asimismo, resaltan el legado de Argentina en innovación nuclear, revitalizado por los Pequeños Reactores Modulares que impulsa Reidel. “La Argentina es un socio dispuesto, y en el cálculo del poder la disposición importa”, concluyen, agregando que anclar la IA estadounidense en Buenos Aires permitiría a Washington ganar ventaja frente a China, promover prosperidad y preservar el orden liberal digital.
El jueves, ante la Bolsa de Comercio de Córdoba, Milei destacó sectores de gran potencial como litio, oro y cobre, recordó que el RIGI atrajo 25.000 millones de dólares en inversiones y hay pendientes 40.000 millones. Subrayó la importancia de Vaca Muerta y enfatizó la energía nuclear y la IA: “Estamos avanzando en la construcción de los Pequeños Reactores Modulares (los mismos del acuerdo firmado el viernes con EEUU, cuya construcción empuja Reidel y a los que se refieren Korn y Cruz), sistemas modulares que son escalables y seguros. Hemos hecho un acuerdo con Francia, que son los principales productores de esta tecnología, y además tenemos uranio. Argentina se sienta en la mesa de los players importantes y queremos ser todavía más importantes. Eso va a facilitar todos los desarrollos de inteligencia artificial que estamos pensando, que podrían tomar lugar en el sur”, concluyó.