“Si, totalmente”. Así de contundente fue la respuesta del referente tucumano del radicalismo, Ariel García, cuando fue consultado sobre si la causa por el robo de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Tucumán influyó en los votantes tradicionales de la histórica fuerza.
“Creo que esta investigación periodística que ha dado visibilidad eltucumano, ha generado mucha preocupación en muchos sectores de la sociedad, sobre todo en electores que al radicalismo no le perdonan nada y están muy atento a este tipo de cosas”, completó el Boina Blanca durante una entrevista con FM latucumana 95.9.
Las razones, según argumentó García es que “uno de los principios del radicalismo es la moralidad administrativa, entonces no podemos perder los principios”. “Son banderas que el radicalismo tiene que mantener bien en alto porque es la forma de luchar contra la corrupción”, añadió y destacó la importancia de que la causa y lo que pasó con el proyecto, como sus implicados, salgan a luz: “el pueblo tiene derecho a saber de qué se trata”.
Según la investigación del fiscal federal Carlos Brito, publicada por eltucumano.com, con la firma del convenio YMAD-UNT del 2 de enero de 2008 que falsamente dio por terminada la Ciudad Universitaria, tanto Juan Cerisola en su carácter de Rector de la UNT como los directores de YMAD por la UNT -y exrectores- Rodolfo Martín Campero y Mario Marigliano (todos ellos radicales) consintieron “la reducción de utilidades pertenecientes a la Universidad, fijadas en un porcentaje del 40% por la Ley 14.771, siendo disminuidas al 20%, cuando no estaban dadas las condiciones para ello, ya que no se había satisfecho la finalidad que oportunamente motivó la remisión por parte del YMAD a la UNT, que consistía en la finalización de las obras de la Ciudad Universitaria. De esta manera se causó un perjuicio patrimonial gravísimo, de acuerdo a lo informado en detalle por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, lo que se encuentra agregado en el legajo de prueba nº30”.
Sin embargo, la investigación federal reveló que el daño a la comunidad universitaria es aún mayor y de proporciones colosales. En efecto, Brito logró probar que, además de negarle a la UNT su gran Ciudad Universitaria, las utilidades giradas por YMAD a la Universidad, nunca alcanzaron el porcentaje del 40 % ordenado por la Ley 14.771 incluso después de la rúbrica del convenio de Cerisola –YMAD falsificando la construcción de la Ciudad universitaria con la complicidad de Campero y Marigliano.
Derrota contundente
En otro tramo de la entrevista con Ana Pedraza, García hizo un balance de los comicios como oposición, realizando una dura autocrítica. “Este contundente resultado electoral que obtuvo el gobierno, es la muestra de que la fuerza que tenía que construir una nueva mayoría y alternativa en Tucumán fue derrotada”.
“No sólo fue derrotada electoralmente, sino que fracasó en la construcción de un proyecto colectivo y esto demuestra que en Tucumán le ganó el individualismo a la oposición. Este factor, que se demuestra en todas las elecciones de los últimos años es una oposición que lejos de entender que debe construir una alternativa, se vio debilitada como consecuencia de los egoísmos y personalismo que llevaban algunos dirigentes que por solo obtener una banca se puede cambiar la realidad de una sociedad. La realidad se cambia construyendo nuevas mayorías, gobernando y ganando elecciones”, apuntó.
Sobre su espacio en particular, el referente señaló que “hacia dentro del radicalismo faltó la construcción colectiva”. “Llevamos al presidente de nuestro partido (Roberto Sánchez) como candidato a gobernador, algo que veníamos pidiendo desde siempre, que la UCR sea la máquina que conduzca y no que vaya de furgón de cola”. “Hay dirigentes que entendimos que era el momento de construir una nueva mayoría y otros que se quedaron en los kioscos de ver cómo llevan agua para su molino”, lanzó.
Sobre la fórmula, Sánchez – Alfaro, el legislador explicó que “ellos sintetizaban una fórmula que la demandaban diferentes sectores, pero no fue suficiente”. “No hubo una campaña coordinada con todas las fuerzas. Era el antón pirulero, cada cual hacía su juego. Y ahí está la respuesta, que es el abrumador resultado”, cerró.