El Gobierno nacional estaría evaluando una transformación profunda del esquema tributario vigente, que incluiría la desaparición del Monotributo y la incorporación de sus casi tres millones de inscriptos al régimen general. Esta posibilidad surge de un documento preliminar que el ministro de Economía, Luis Caputo, habría compartido recientemente con distintos representantes del sector empresarial.
El borrador, titulado “Una reforma para formalizar la economía, impulsar el mercado de capitales y resolver la sustentabilidad previsional”, plantea una serie de cambios estructurales cuyo propósito central sería reducir la informalidad, fomentar el empleo registrado y fortalecer las cuentas previsionales, según lo publicado por Clarín. La iniciativa también apunta a bajar el costo asociado a la contratación en blanco para estimular la creación de puestos formales.
Actualmente, el Monotributo funciona como un régimen simplificado destinado a pequeños contribuyentes. Este sistema unifica en una única cuota mensual el pago del IVA, de Ganancias y de los aportes a la seguridad social y a la obra social. Cada trabajador es ubicado dentro de una categoría determinada por su nivel de facturación anual, el espacio que utiliza para su actividad, el consumo energético y, en caso de existir, los gastos de alquiler del lugar de trabajo.
En la Argentina hay 2,9 millones de monotributistas, y su migración al régimen general es un reclamo que el Fondo Monetario Internacional ya había planteado en el último acuerdo firmado con el país. Paralelamente, también se prevén modificaciones en el régimen de autónomos, entre ellas un aumento del piso mínimo de aportes y la posibilidad de deducir gastos personales.
El proyecto oficial incluye además una reconfiguración de los impuestos más relevantes del sistema. En el caso de Ganancias, se propone fijar un mínimo no imponible equivalente a un salario promedio de $1,7 millones mensuales en 2025. Esto implicaría que, por ejemplo, un trabajador soltero sin hijos recién comenzaría a pagar el tributo cuando perciba ingresos brutos cercanos a los $2,84 millones mensuales.
En lo referido al IVA, el borrador plantea establecer un umbral mínimo similar al de la Categoría F del Monotributo, alrededor de $3 millones mensuales en facturación. Asimismo, se mantendría la escala de alícuotas de entre 5% y 35%, y se incrementaría el límite de deducciones hasta los $5 millones.
Otro eje importante de la propuesta es la creación de un sistema laboral simplificado. Este nuevo régimen buscaría incentivar la contratación de trabajadores formales mediante una reducción significativa de las cargas sociales: las contribuciones patronales bajarían del 25,5% al 17%, mientras que los aportes personales pasarían del 17% al 13% cuando se trate de incorporar a ex monotributistas o a personas que lleven más de seis meses sin empleo. La idea, según fuentes cercanas al proceso, es abaratar el costo de formalidad y ampliar el número de aportantes al sistema jubilatorio.
El borrador también responde a las recomendaciones del FMI, que en su Staff Report de abril de 2025 insistió en la necesidad de reducir impuestos considerados distorsivos, como los aplicados a exportaciones o transacciones financieras, y reemplazarlos progresivamente por tributos más simples y fáciles de administrar. En esa línea, el organismo había señalado la importancia de “armonizar la tasa de monotributo y mejorar la transición de los pequeños contribuyentes al sistema fiscal general”, planteo que encaja directamente con las medidas que ahora estudia el Gobierno.

