Un merendero para el barrio
“Vero, hagamos un merendero”, le dijo Ana a su hija, una tarde mientras le ofrecía jugo y pan a unos niños que jugaban a la pelota. Así surgió el merendero y comedor Reyes que funciona en su casa. Desde 2018, niñas y niños junto a sus familias van en busca de un plato de comida hecho por Ana. “Todo lo hago con mucho amor. Amasar, cocinar para ellos, hacer un arroz con leche, hacer un guiso de arroz con lentejas”, dice.
En sus paredes abundan los murales con el rostro de su hijo y un diploma de solidaridad que reconoce su trabajo en el merendero. Mientras conversa, Ana recuerda uno de los tantos seis de enero en los que realizó una celebración por el día de Reyes. Es que en ese lugar, ella organiza cada año festejos para los niños, niñas y adolescentes del barrio.
En aquel lugar, la solidaridad y el trabajo en equipo están siempre presentes. La familia de Ana ayuda con la preparación de la comida, desde prender el fuego hasta cortar las verduras. “A veces tengo la mercadería, pero no tengo la carne. Pero como sea llega la colaboración con un poquito de acá y un poquito de allá, todo suma”.
Hoy el merendero es un lugar de contención y unión, donde las y los vecinos comparten charlas y, ante los abusos policiales, recurren a la ayuda de Ana. La mujer cuenta que constantemente la policía se presenta en el barrio, detiene ilegalmente a las personas y entran a las casas sin ninguna órden judicial. “Enfrentarme a la policía es algo muy feo, muy triste. Pero la pérdida de mi hijo me ha dado mucha fuerza, mucho valor porque no voy a permitir que le estén pegando a un chico por más que sea adicto. Yo salgo y les reclamo. La policía hace lo que quiere en el barrio, lamentablemente”, cuenta Ana.
A ocho años del asesinato de Reyes, Ana encuentra la fuerza en el amor de su familia y en los vecinos del barrio. Una fuerza que, frente a la impunidad, le permite seguir luchando y exigiendo justicia por su hijo. “Pido por Miguel Reyes Pérez y por todos los pibes y pibas que mata la policía. Basta de gatillo fácil”, concluye.