El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó recientemente que el Gobierno argentino decidió activar el primer tramo del swap de divisas acordado con Washington, una operación que, según sus palabras, generó ganancias para el país norteamericano.
En una entrevista con la cadena MSNBC, Bessent detalló que se utilizó solo “una pequeña cantidad” de la línea de crédito de 20.000 millones de dólares puesta a disposición de Argentina. “Obtuvimos ganancias con ello”, afirmó, y añadió que Estados Unidos empleó su balance para “estabilizar a Argentina” en un contexto de volatilidad financiera.
Consultado sobre la naturaleza del apoyo estadounidense y por qué se trató de un rescate, Bessent aclaró: “¿Por qué lo llamas un rescate? En un rescate uno no gana plata, nosotros ganamos plata”. El funcionario subrayó que la intervención buscaba estabilizar a un aliado estratégico en América Latina mediante el Fondo de Estabilización Cambiaria, logrando al mismo tiempo una ganancia económica: “El Gobierno va a ganar plata. Tenemos una oportunidad para crear aliados en América Latina. Estabilizando la economía, y teniendo una ganancia, es un buen negocio para los norteamericanos”.
Según fuentes oficiales, hasta el momento Argentina utilizó alrededor de 2.700 millones de dólares del swap, fondos destinados tanto a devolver recursos aportados por la Casa Blanca para intervenciones cambiarias previas como a cubrir pagos recientes al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Gobierno argentino había mantenido en reserva los detalles del acuerdo, aunque los balances semanales del Banco Central sugirieron que una parte del swap ya había sido activada. El balance al 31 de octubre reflejó un aumento en las tenencias argentinas de Derechos Especiales de Giro (DEGs) y una disminución equivalente en los DEGs de Estados Unidos, confirmando la operación.
Bessent enfatizó que la utilización de la línea swap busca no solo contribuir a la estabilidad de Argentina, sino también reforzar la relación bilateral y la estabilidad regional. En sus palabras: “Yo prefiero usar la paz mediante la fortaleza económica antes que tener que disparar a narcolanchas si el gobierno colapsa”. Para él, esta medida representa una oportunidad histórica para que Estados Unidos consolide aliados estratégicos en América Latina, generando un entorno político y económico favorable en la región.

