Atlético Tucumán le puso punto final a su participación en el Apertura con una sonrisa: venció 1-0 a Lanús en el Monumental José Fierro, en un duelo correspondiente a la última fecha de la fase regular. El Decano, ya sin chances de clasificación, jugó sin presiones y fue superior a un Granate que cuidó jugadores para su compromiso copero. Aunque el partido fue opaco y sin grandes emociones, los dirigidos por Lucas Pusineri mostraron mayor ambición y, sobre el final, encontraron el premio.
El trámite fue parejo y con pocas luces. Atlético dominó las acciones ante un Lanús que, sin figuras como Walter Bou o Marcelino Moreno, ofreció poco en ataque. El equipo tucumano dispuso de las mejores chances, incluso de un penal, que Nahuel Losada le atajó a Joaquín «Loco» Díaz. Sin embargo, el ingreso de Guillermo Acosta revitalizó el mediocampo, y el equipo creció con los aportes de Mateo Coronel y Franco Nicola, que terminó siendo clave.
En la última jugada del encuentro, Sánchez envió un centro perfecto y Nicola, con gran categoría, controló en el área chica, giró y definió para el 1-0 definitivo. Así, Atlético se despidió del torneo con una victoria merecida ante su gente, mientras que Lanús, que ya estaba clasificado, deberá pensar en su cruce de playoffs. Si Boca no vence a Tigre, será el rival del Granate en octavos.
Atlético Tucumán cierra un torneo olvidable porque quedó afuera en un certamen que clasifican más de los que quedan eliminados. Barajar y dar de nuevo será la clave para un equipo que, por el momento, demostró que se puede levantar de los golpes.