Durante octubre, los tucumanos se enfrentaron a un escenario económico complejo, marcado por un aumento de precios que obligó a realizar auténticos malabares financieros. La inflación del décimo mes del año alcanzó el 2,5% en la provincia, superando levemente el promedio nacional del 2,3% que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Según los datos difundidos por la Dirección de Estadística de Tucumán, los rubros que más se encarecieron fueron “Recreación y cultura” (4,6%), seguido por “Educación” (4%) y “Bebidas alcohólicas y tabaco” (3,8%). En el detalle de los servicios, el costo de las flores subió casi un 21%, asistir al gimnasio aumentó 4,5% y salir a bailar se encareció 5,8%. Dentro de la educación, los incrementos fueron dispares: primaria 4,38%, media 3,7%, universitaria 0,4% y preescolar 4,28%. Las bebidas alcohólicas y el tabaco también registraron alzas significativas: cigarrillos 5,86%, vino tinto 2,39%, vino común 1,17%, cerveza en botella 4,95% y cerveza en lata 5,66%.
El componente alimentario tuvo un peso importante en el aumento general de precios, con un incremento del 2,7%. Entre los productos más afectados, destacan: gaseosa base cola 2,21%, nalga 3,77%, pan francés tipo mignon 1,8%, pan francés tipo flauta 1,5%, carnaza común 1,42%, lomo 2,9% y yogur firme 4,48%. La inflación acumulada hasta octubre respecto de diciembre de 2024 se ubicó en 23,4%.
El economista Eduardo Robinson explicó que la inflación refleja desequilibrios macroeconómicos, principalmente fiscales, donde el déficit obliga a imprimir dinero, desvalorizando su valor y elevando los precios. Desde la salida de la convertibilidad, la economía argentina ha experimentado desequilibrios crecientes, con una inflación persistente y pérdida de valor del peso. Robinson recordó que la inflación minorista anual fue del 211% en 2023, del 107% en 2024 y proyecta que este año ronde el 30%. Sin embargo, destacó factores que podrían desacelerar la inflación en los próximos años: equilibrio fiscal, menor expansión de la oferta monetaria, aumento de la demanda de pesos y reformas estructurales como la laboral y tributaria, junto con la posible liberación del cepo a las empresas.
En cuanto a la canasta básica, los precios de alimentos y productos esenciales también subieron. Una familia tipo tucumana necesita ahora poco más de $1 millón mensual para cubrir la Canasta Básica Total (CBT) y $485.919 para la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Las subas respecto de septiembre fueron de 2,1% en la CBT y 1,9% en la CBA, acumulando incrementos de alrededor del 21% en lo que va del año y 24-24,8% respecto del mismo mes del año anterior. A nivel nacional, una familia tipo requirió $1.213.799 para superar la pobreza y $544.304 para evitar la indigencia, con aumentos del 3,1% respecto de septiembre en ambas canastas y acumulados del 18,5% (CBT) y 21,1% (CBA) desde enero.
En materia de salarios, los primeros nueve meses del año mostraron un incremento del 30,4% respecto de diciembre de 2024, impulsado por aumentos en el sector privado registrado (20,4%), sector público (23,9%) y trabajadores informales (77%). En términos interanuales, los asalariados no registrados tuvieron la suba más destacada, con ingresos mejorando 120,2%, comparados con 32,9% en el privado formal y 35% en el público.
En síntesis, octubre reflejó una presión inflacionaria sostenida, con subas de precios en alimentos, educación, recreación y bebidas, mientras que los salarios continúan recuperando terreno, especialmente en los sectores informales, aunque la canasta básica sigue mostrando la dificultad de cubrir los gastos mínimos para las familias tucumanas. La proyección económica apunta a una posible desaceleración de la inflación gracias a políticas de equilibrio fiscal y medidas estructurales, aunque el costo de vida sigue siendo elevado.

