Luego del reciente ataque aéreo llevado a cabo por Israel contra objetivos en territorio iraní, se generó un incremento significativo en el precio internacional del petróleo, alcanzando una suba aproximada del 8%. Esta variación llevó el valor del crudo a niveles que no se veían desde hace dos meses, reflejando la creciente preocupación de los mercados ante una posible escalada del conflicto en Medio Oriente, zona clave para el abastecimiento global de energía.
El precio del petróleo alrededor de las 22.40 (hora argentina) del jueves.
De acuerdo a lo informado por The New York Times, el petróleo crudo experimentó un alza considerable. En concreto, los contratos a futuro del Brent —referencia global del crudo— alcanzaron un precio cercano a los 75 dólares por barril, reflejando una suba de al menos un 8%. Esta situación genera alerta a nivel internacional, dado que Irán, ubicado estratégicamente al norte del estrecho de Ormuz, podría utilizar esa posición para interrumpir el tránsito de petróleo desde países como Irak, Kuwait, Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico. Cualquier decisión en ese sentido representaría una amenaza directa para el flujo energético global.
El estrecho de Ormuz, por donde transita una parte sustancial del petróleo que se consume a nivel mundial, es considerado un punto geopolítico de alto riesgo. En caso de que Irán decidiera restringir o cerrar este paso como represalia por la ofensiva israelí, podría comprometer el envío de hasta 20 millones de barriles diarios, lo cual tendría repercusiones críticas en los precios y la disponibilidad de energía.
Israel realizó un “ataques preventivo” contra Irán.
Durante las primeras horas posteriores al ataque, los mercados reaccionaron de manera inmediata: el crudo Brent subió 3,91 dólares, lo que representa un alza del 5,64%, alcanzando los 73,27 dólares por barril. En paralelo, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subió 4,09 dólares —un incremento del 6,01%— para situarse en los 72,13 dólares por barril. Incluso la agencia AFP reportó que el WTI llegó a cotizar a 72,29 dólares con un aumento del 6,3%, mientras que el Brent alcanzó los 73,29 dólares, subiendo un 5,7%.
Saul Kavonic, analista líder en temas energéticos de la firma MST Marquee, señaló que la acción militar israelí elevó notablemente la percepción de riesgo en la región. Aclaró que, si bien el suministro no se ha visto afectado de forma directa todavía, cualquier represalia iraní que involucre infraestructura petrolera podría agravar el impacto. En un escenario extremo, advirtió Kavonic, Irán tiene la capacidad de paralizar el acceso a millones de barriles diarios, lo que causaría un desbalance significativo en los mercados internacionales.
Este incremento del crudo ha generado reacciones en distintas economías. En el caso de Argentina, el alza representa una situación ambivalente. Por un lado, podría beneficiar a las cuentas externas al mejorar los ingresos por exportaciones de hidrocarburos, sobre todo ahora que el país se está consolidando como productor relevante. Por otro lado, también podría generar presión sobre los precios internos del combustible. Recientemente, el precio del barril había descendido, lo cual permitió aplicar una baja del 4% en el precio de la nafta y el gasoil durante el mes de mayo. Sin embargo, con este nuevo panorama, esa tendencia podría revertirse.
Hace dos meses, pese a que se había registrado un incremento del 4,5% en los volúmenes exportados por el sector energético en comparación interanual, el valor total de esas ventas cayó un 10% debido a la baja de los precios internacionales, que se desplomaron un 14%. Ahora, el nuevo contexto puede mejorar esos ingresos, pero también podría encarecer el consumo local de energía, especialmente si el conflicto en Medio Oriente se profundiza.