El partido arrancó con buenas sensaciones para Alcaraz, haciendo fluir sus ejecuciones y tomando la red para conseguir un quiebre inmediato. En el siguiente juego, Báez salió a buscar los puntos, lastimando con su derecha y generando una bola de break, aunque no pudo romper el servicio del español. De igual manera, en el cuarto game, el argentino volvió a lucirse en la devolución, doblegando el tenis del murciano para recuperar el quiebre, sin ceder puntos. Al inicio del quinto juego, Alcaraz encendió las alarmas tras una molestia en su pie izquierdo, pero siguió compitiendo con normalidad.
Más allá de la buena propuesta de su adversario, el número uno del mundo hizo pesar su categoría en los puntos largos y produjo golpes profundos para capitalizar una nueva ruptura. Luego de una pequeña pausa por lluvia, el español se hizo cargo del servicio, resolviendo con claridad para ganar el primer set por 6-4.
En el prólogo del segundo capítulo, el murciano desplegó su armamento en el resto, marcando la diferencia con su derecha y quebrando el saque de Báez. Sin contratiempos, Alcaraz hizo los deberes en su turno de servicio, confirmando la ventaja en el marcador. El nivel del argentino era muy alto, pero del otro lado de la red tenía al mejor tenista de la actualidad, lo que requería un esfuerzo adicional. En el cuarto juego, el español volvió a dictar los puntos con su derecha, generando amplitud y facturando un segundo break. Con los números en su poder, Alcaraz jugó con soltura, marcando el compás con frescura y sellando la victoria con un contundente 6-2.