«Estoy muy tranquilo, disfrutando del tiempo y de poder estar con mi hijo. Ahora que tengo la posibilidad de hacerlo, trato de aprovecharlo. Los primeros días fueron raros, porque es una rutina y esto lo vengo haciendo hace 30 años. No me acuerdo de haber tenido una pausa tan prolongada», comenzó expresando Ariel Martos, sobre lo que fue su despedida de San Martín, en el canal de streaming Go Play Tucumán.
El entrenador confirmó que, tras su alejamiento de la entidad de La Ciudadela, tuvo algunos acercamientos de otras instituciones, pero ninguna oferta formal. Además, agregó que tiene prácticamente cerrado su cuerpo técnico para cuando vuelva a calzarse el buzo.
«La realidad es que no quise salir a hablar para que no se le dé trascendencia a la situación. Después del partido con Gimnasia y Tiro sucedió un acontecimiento (el ataque a la casa de su madre) y superó mi límite. Me comuniqué con los dirigentes, les comenté lo que sucedió y, después de esa charla, estuvimos de acuerdo en que lo mejor era una salida para poder descomprimir la situación», afirmó Martos sobre su ida del club.
El tucumano dio su parecer sobre lo que fue la eliminación de San Martín ante Morón en el reducido de la Primera Nacional: «Me dio tristeza», mencionó acerca de este hecho. «Uno formó parte del proceso y que el equipo haya quedado afuera, por supuesto que me generó tristeza», agregó sobre esto.
Su llegada a San Martín
Si hubo un tema que generó muchas idas y vueltas, fue su desembarco en San Martín. El hincha tuvo dudas sobre la elección de Ariel para conducir el primer equipo. Esto también fue un tema que recordó con lujo de detalles: «Presenté un proyecto para hacerme cargo del equipo; consideraba que era el momento, más allá de que sabía que no era una situación fácil, pero profesionalmente me sentía en condiciones de agarrar un proyecto así. Los dirigentes lo entendieron y aceptaron».
Martos explicó que durante su proceso pudo «hacer lo que quería» y, por momentos, «lo que podía» debido a la complejidad del campeonato. «La categoría debe ser la más fea para ver partidos desde lo estético. Es muy dura y difícil», concluyó.