Desde el interior de su vivienda en el barrio porteño de Constitución, donde actualmente cumple una condena de prisión domiciliaria por la causa Vialidad, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un contundente mensaje grabado que fue transmitido frente a una multitud reunida en la Plaza de Mayo. Durante su intervención, expresó duras críticas al actual rumbo económico del Gobierno nacional encabezado por Javier Milei, y dirigió cuestionamientos particularmente severos hacia el ministro de Economía, Luis Caputo, a quien calificó de forma despectiva como “impresentable”.
En su análisis del contexto económico actual, la exmandataria señaló las contradicciones que, en su opinión, tornan inviable el modelo que impulsa la actual gestión. “No logro comprender cómo puede sostenerse una economía en la que los ciudadanos se ven obligados a recurrir a las tarjetas de crédito para cubrir necesidades básicas como los alimentos cotidianos, y luego ni siquiera pueden afrontar el pago de esos consumos”, planteó. Acto seguido, subrayó una de las distorsiones más alarmantes, a su entender: “¿Qué clase de país es este en el que resulta más económico adquirir comida, ropa o pagar viajes en el exterior que hacerlo dentro del propio territorio nacional?”
Las palabras de la expresidenta fueron escuchadas con entusiasmo por la militancia presente, que había marchado hacia el microcentro porteño en respaldo a su figura. El clamor popular se intensificó especialmente en el tramo del discurso en el que Cristina Kirchner arremetió directamente contra Caputo, el funcionario a cargo de la política económica del Gobierno libertario. “Mientras todo esto ocurre, mientras el pueblo padece, el titular del Ministerio de Economía —el impresentable de Caputo— se dedica a alquilar dólares con el único propósito de dar la apariencia de que el país cuenta con reservas”, acusó con dureza.
Profundizando su crítica, Cristina Kirchner planteó dudas sobre la sostenibilidad del rumbo económico actual. “¿De verdad hay alguien, con seriedad y sentido común, que pueda creer que este esquema tiene alguna posibilidad de sostenerse en el tiempo?”, preguntó con tono irónico, para luego remarcar con indignación: “¡Por favor! No hay figura más farsante. Y lo más grave es que el verdadero poder económico, el que toma decisiones y maneja los resortes estratégicos, es plenamente consciente de que este modelo no tiene ningún porvenir”.
La líder del Partido Justicialista cerró su alocución con una promesa cargada de tono político y de proyección a futuro, en un claro mensaje a su militancia y a los sectores opositores al gobierno actual. “Tengan la certeza: vamos a regresar. Pero lo haremos con más fuerza y con una unidad aún mayor que la que tuvimos antes”, afirmó, dejando abierta la puerta a una nueva etapa de protagonismo político en el país.