El presidente Javier Milei brindó este viernes un mensaje por Cadena Nacional en el que celebró dos anuncios clave para su gestión: por un lado, el nuevo entendimiento alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla un acuerdo por 20.000 millones de dólares, incluyendo un desembolso inmediato de 12.000 millones; y por otro, el levantamiento definitivo del cepo cambiario, una medida que, según sus palabras, marcó un antes y un después en la política económica argentina.
En su discurso, Milei no ahorró en énfasis al describir el cepo como “una aberración que nunca debería haber existido”, y aseguró que su gobierno ha logrado eliminarlo “para siempre”. De este modo, el mandatario afirmó que “se ha terminado de romper el último eslabón de la cadena que mantenía nuestra economía nacional atada al piso hace 15 años”.
Rodeado por parte de su equipo de gobierno, compuesto por ministros y secretarios, Milei aprovechó la ocasión para defender el camino trazado desde el inicio de su gestión. “Todo marcha de acuerdo al plan”, expresó, destacando la coherencia entre las medidas adoptadas y los resultados que, según considera, ya empiezan a materializarse.
Con un tono optimista, el Presidente proclamó que “podemos dar por concluido el proceso de saneamiento macroeconómico argentino”, señalando que este logro se debe en parte al acompañamiento de actores políticos que, según dijo, “sí entendieron el proceso de cambio que estábamos viviendo sin mezquindades ni condicionamientos”.
En referencia directa al nuevo pacto firmado con el FMI, Milei auguró que este será el punto de partida para una era de crecimiento sostenido en el país. Afirmó con contundencia que Argentina “será el país con mayor crecimiento económico de los próximos 30 años”. En ese marco, comparó la situación actual con el pasado reciente: “pasamos de ser el peor alumno en materia económica a ser el estudiante ejemplar”, sostuvo.
El mandatario también remarcó el carácter inédito de la actual coyuntura al afirmar: “nunca tuvimos orden fiscal, monetario y cambiario a la vez. Esta es la primera vez, así que no vengan a decir que ya la vieron, porque esta vez sí es diferente”.
En una de las frases más llamativas del discurso, Milei comparó a la Argentina actual con una embarcación fuerte y sólida: “ya no somos una balsa de madera a la deriva, somos un verdadero acorazado”. Y agregó, con tono desafiante: “en vez de tasas chinas, el mundo hablará de crecer a tasas argentinas”.
También se refirió al índice de inflación de marzo, que fue del 3,7%, e intentó explicar el repunte con críticas a sectores opositores: “como hemos visto las últimas semanas, dada la volatilidad e incertidumbre generada por quienes esparcieron mentiras, este mes hemos visto una interrupción en el proceso de desinflación”. De todas formas, expresó confianza en que la tendencia bajista se reanudará: “la inflación va a colapsar indefectiblemente, pese a los intentos de generar inestabilidad de quienes todavía quieren detener el cambio”.
En ese sentido, insistió en que “la inflación no tiene otro destino más que desaparecer”, reafirmando la convicción de su gobierno en que la política fiscal y monetaria está encaminada hacia una estabilización sostenida.
Al final de su alocución, Milei dirigió un mensaje inclusivo y convocante a todos los sectores de la sociedad, más allá de las identidades políticas o las diferencias ideológicas. Llamó a unirse al “tren del progreso” a “hombres, mujeres, jóvenes y adultos en todas las latitudes de la patria, liberales, peronistas, radicales, PRO, sin importar el partido o credo al que adhieran, a quien votaron o si han conspirado para que el gobierno fracase”.
Cerró su intervención con un llamado a la esperanza y a la unidad: “si el país crece, a todos nos irá mejor: a los que les guste nuestro gobierno y a los que no. Hicieron sentir chico a un país grande e impotente a un pueblo noble. Los argentinos nos merecemos más que eso. Tengan la tranquilidad de que todo marcha acorde al plan”.