Las medias son parte de nuestra vida cotidiana. Al menos en invierno, se trata de uno de los primeros objetos que forman parte de nuestra indumentaria diaria. Casi sin notarlo, estas cosas nos acompañan durante el día, son parte de nuestros cuerpos. Hasta que, por la noche, o cuando no las usamos, se parecen más a otras cosas cotidianas. Todo lo que llamamos indumentaria se comporta de esta forma dual: cuando la llevamos puesta forma parte de uno/a mismo/a, se acerca más a los cuerpos; mientras que, cuando no la estamos habitando se parecen más a otras cosas. En nuestro compromiso como arqueologues, que trabajamos con la indumentaria recuperada de una fosa de inhumación clandestina, siempre debemos estar pendientes de esa dualidad.
La mayoría de nuestras medias son ordinarias, no destacan por su decoración ni confección, están entre nuestros pies descalzos y el calzado que estemos usando, casi no notamos su presencia. Sin embargo, se parecen a las halladas en el Pozo.
Ayer limpiamos varias de estas medias: de vestir, de abrigo, de lana, sintéticas, monocromas, decoradas, entre otras. Sin embargo, estas medias, las del Pozo de Vargas, no son ordinarias, ¡porque fueron habitadas por personas que ya no están! Estos objetos parecen ordinarios pero pueden contarnos historias extraordinarias de violencia, como también, de lucha y de resistencia.
Frente a esto, cuando las vemos, más allá de las manchas, el polvo, sus roturas y adherencias se tornan diáfanas, y nos dejan ver alguien que las eligió para cubrir sus pies la última vez que salió de su casa, de su trabajo o de la facultad. Tal vez no tuvo el tiempo de elegirlas, pero estas medias fueron su compañía, su protección y hoy vuelven para contarnos su historia. No sólo son medias, son mucho más que eso, ¡son memoria!
En palabras de Paula Palavecino, integrante del proyecto: “Las prendas recuperadas del Pozo de Vargas siempre hablan, quizás acompañaron a estas personas en un proceso cruel e inhumano o quizás tuvieron que dejarlos antes de ingresar en ese circuito espantoso… Las prendas lo vivieron y volvieron: rotas, sucias, deshilachadas, mutiladas, violentadas de distintas formas, sin color, solas… Las prendas recuperadas hoy cuentan, demuestran, explican, recuerdan y también duelen”.
Estas cosas, antes ordinarias, ahora se transforman en un poderoso testimonio, son un certificado de la presencia de un pie, de una persona, de una vida interrumpida, de sueños y esperanzas. Desgraciadamente, también son testigos del odio y de la violencia que puede ser ejercida por el estado cuando se niega la historia. No perdamos de vista esto cuando veamos las medias y otros objetos dejados por el terrorismo de estado.
¿La pregunta es qué hacemos con estas cosas?
Tenemos claro que, como evidencias arqueológicas/judiciales, debemos limpiarlas, cuidarlas, preservarlas, documentarlas, para devolverlas y que puedan “volver a Casa”
¿Pero eso alcanza? ¿Es suficiente después de todo lo que estos objetos pasaron y esperaron para llegar a nosotres? Es solo una pregunta que un colectivo de arqueologues y estudiantes de arqueología nos hacemos cuando limpiamos las medias del Pozo de Vargas y cuando elegimos el par de medias de nuestro outfit diario.
Volviendo al saco de Carlos Marx, Peter Stallybrass (1988) comenta: “En el lenguaje de las personas que trabajaban en la confección y arreglo de ropas durante el siglo XIX, las arrugas de los codos de una manga eran llamadas “memorias”. Esas arrugas recordaban el cuerpo que en su momento habitó esa vestimenta. Ellos memorizaban una interacción, una constitución mutua, entre personas y cosas”.
*Las investigaciones realizadas por el Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad (CAMIT) se encuentran en el marco de una causa judicial: Romero, Enrique Fernando, S/su denuncia. Expte 140/2002. Juzgado Federal N° 2 de Tucumán.
*El proyecto “Volver a Casa”: la restitución de la indumentaria, para una reparación histórica y la construcción de memoria colectiva (Pozo de Vargas, Tucumán). Dirigido por la Dra.: Sara López Campeny fue aprobado por Secretaria de Extensión Universitaria “UNIVERSIDAD, CULTURA y TERRITORIO 2022”, y Financiado por RESOL-2023-454-APN-SECPU#ME.