Ayer miércoles una familia tucumana vivió momentos de pánico y confusión, luego de que su hija de 4 años, que concurre a la Escuela Rivadavia en San Miguel de Tucumán, fuera entregada por error a un transportista escolar.
El móvil de eltucumano.com visitó hoy al fiscal federal Gustavo Gómez, que a pesar de no tener competencia, tomó la denuncia al abuelo de la menor que llegó al edificio de calle Piedras al 400 “desesperado”. “Habitualmente nosotros no somos competentes en este tipo de casos pero el abuelo vino desesperado, no entiendo por qué a la fiscalía federal, pero tomamos el caso”, contó el funcionario judicial.
“No sabíamos quiénes eran las personas que la habían retirado. Empezamos a tomar declaraciones, a la directora y nos avisan que un transportista se la había llevado por error”, contó.
Las razones por la que el abuelo de la niña, que debía buscarla del establecimiento se presenta en dependencia de los tribunales federales, Gómez aseguró que “llega aquí por las dificultades que dijo tener al momento de hacer la denuncia en la comisaría 1ra”. “Desde la comisaría nos dijeron que la tía llegó 13:30 a hacer la denuncia y el acta de la denuncia dice 13:45 y a esa hora la niña ya había aparecido”, indicó.
“Se necesita un sistema que sea efectivo para el retiro de los chicos. Está claro que los papás o los transportes escolares demoran y esto es resistido por las maestras, que tienen doble turno o deben trabajar en otra escuela. Es comprensible a veces la desesperación que entra un niño sin verificar las identidades”, dijo.
Sobre lo ocurrido el fiscal federal explicó que ya tomaron “la decisión de que esto es una serie de negligencias acumuladas, del transporte, de la institución educativa, con los familiares como víctima”.