Hoy se cumplen diecisiete años de la desaparición de Beatriz Argañaraz, quién desapareció un 31 de julio de 2006. Su cuerpo nunca fue hallado y la justicia condeno a Susana Acosta y Nélida Fernández por este crimen. El mes pasado le otorgaron libertad condicional a Acosta, y Fernández tiene salidas transitorias. Ante estos hechos, su hermana Liliana Argañaraz denuncia que la justicia se ha olvidado de la causa y nadie sigue investigando ni buscando el cuerpo de Betty.
“Es un día muy difícil, parece que fue ayer. Es muy cruel el tiempo como pasa a veces se va olvidando con respecto a la gente que trabaja en la justicia. 17 años es muchísimo el tiempo que lleva desaparecida mi hermana, pero lamentablemente ellos se relajaron a partir de diciembre del año 2009 cuando fue el juicio oral y público donde se sentenció a estas dos mujeres y de ahí se relajaron totalmente porque no siguieron las pistas. Desde es momento no hay una fiscalía que nos digan que alguien está trabajando, siguiendo algún tipo de información, lamentablemente es así. El año pasado, en el mes de diciembre, se encontraron restos óseos cerca del Cadillal, que fue una de las zonas más trabajadas en donde se encontraron restos óseos, pero la persona que encontró esos restos lo primero que hizo fue comunicarse con la familia Argañaraz ya que no se podía comunicar con la justicia para que vayan a hacer los trabajos que corresponden. A partir de allí todo el silencio, todo callado, no se ha avanzado para nada, no hay una fiscalía donde nosotros podemos llevar datos”, afirma Liliana ante los micrófonos de eltucumano.
Respecto a la situación de las imputadas, dice: “Susana Acosta está con libertad condicional, se le otorgo el 13 de junio del mes pasado. Nélida Fernández que hoy es Marcos Daniel está todavía con las transitorias donde sale dos veces al mes y esta semana pasada íbamos a tener una audiencia para deliberar respecto a la condicional para esta persona, pero fue suspendida. La justicia no está haciendo nada, sabemos que están presurosos de sacar gente de la cárcel porque están abarrotadas, pero no es un pretexto, hay una carpeta que dice que la persona que le están por otorgar la libertad condicional no está en condiciones para obtenerla, esto es muy importante, la justicia es la que tiene que cuidarnos y protegernos al ciudadano común y no poner a estas delincuentes en libertad”.
Como cada año desde el 2006, la familia Argañaraz se reúne en la iglesia Corazón de María para orar e invitan a los tucumanos y tucumanas que deseen asistir. “Betty nos duele, nos falta. Hay un estado y una justicia ausente para ella y todo ser humano necesita elaborar el duelo para poder cerrar etapas”, dice.
“No podemos elaborar un duelo a esta situación porque yo siempre dije los milagros existen, yo espero recuperar a mi hermana, más allá de que la justicia haya dicho que está fallecida, yo espero recuperarla en el estado en que ella este, y cerrar esta etapa y que su cuerpo descanse. Hay una permanente búsqueda de la familia Argañaraz, los milagros existen, el crimen perfecto no, y a pesar de que yo hoy temo porque son dos asesinas y cualquier ser humano que este transitando la calle está en riesgo. Hasta el día de hoy continúan con el pacto de silencio porque no hablan, no dicen donde está mi hermana. Son personas muy frías, muy inteligentes, en abril del año 2016 yo tuve un atentado en mi casa y las únicas enemigas que yo tengo son Susana Acosta y Nélida Fernández. La justicia nunca investigo eso”, afirma.
Betty era docente del colegio San Francisco y su hermana la recuerda con mucho amor: “Todos estos años, todos los días recuerdo a mi hermana y estoy orgullosa, muy orgullosa de la persona que fue mi hermana, no tan solo era una docente de grado, una formadora de persona, todos los años aprendíamos de ella en cada palabra que nos decía. La recuerdo con mucho amor y yo dije no voy a bajar los brazos a pesar de los años que pasen voy a seguir buscándola. De la única forma que pueden callar a la familia Argañaraz es haciendo lo mismo que hicieron con Betty”.